Acciones Y Retos En Materia De Seguridad Publica

La Seguridad Pública como servicio a la ciudadanía constituye un pilar fundamental en la idea que tenemos de Estado moderno, relacionada con el concepto de Estado de bienestar. Los ciudadanos, que son los destinatarios del servicio, demandan cada vez más una mayor paz social y son los Entes Locales, por su cercanía a éstos, los mejor posicionados para la recepción de sus peticiones y la actuación rápida que exige el día a día. Pese a ello, la regulación nacional está en disonancia con esta realidad, y nos encontramos con una seguridad local infra regulada y con problemas de coordinación y solapamiento de funciones con el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. A esta problemática ha de sumarse la amenaza yihadista. Esta nueva forma de terrorismo actúa contra las grandes ciudades e intenta destruir el modo de vida de sus ciudadanos. Ante esto, el presente trabajo de investigación pretende abordar varios interrogantes fundamentales. Entre otros, ¿cuál es la relevancia de la seguridad local y las policías municipales en la acción preventiva del terrorismo y cómo influyen los problemas antes mencionados en la prestación de los servicios públicos locales, y más concretamente, en la organización y tutela de la seguridad pública en el ámbito local? ¿Cuáles son las medidas a tomar?

La convivencia en sociedades multiculturales complejas se ha convertido en uno de los retos más trascendentes en las ciudades de este incipiente siglo XXI. Para conseguir este objetivo es condición indispensable que exista un razonable clima de seguridad y libertad, además de reducir, en la medida de lo posible, uno de los fenómenos que de forma más notable contribuyen al deterioro de la convivencia: el miedo. En esta Guía de Prevención del Delito, -de gran interés para todos los profesionales de la seguridad: criminólogos/as, policías y técnicos con responsabilidades en materia de seguridad local, - se presenta un estructurado y exhaustivo compendio de acciones y estrategias de diagnóstico e intervención orientadas al fomento de la seguridad, entendida ésta, no solo como la reducción, o incluso ausencia, de actividad delictiva, sino como un proceso de mejora continua de la calidad de vida de la ciudadanía. En dicho proceso, la participación social y el desarrollo de nuevos modelos de acción policial se presentan como dos elementos irrenunciables para el éxito en la prevención del delito.